En estos tiempos de crisis es frecuente tener familiares y amigos que están atravesando una mala racha por falta de trabajo. También podemos estar nosotros en esa situación de una búsqueda activa de empleo, luchando todos los días para dar con ese puesto de trabajo que tanto bien haría.
Encontrar trabajo: ¿cómo?
Es normal que tras un tiempo de búsqueda se caiga en la desesperación tras no ver recompensado tanto esfuerzo. Nuestras ganas de avanzar y de emprender un nuevo camino puede derivar en una caída o en sufrimiento: debemos tener cuidado. Debemos utilizar nuestra energía y pensamiento positivo para atraer las buenas noticias y no caer en la negatividad.
Ritual de santa Clara
En primer lugar, debemos escribir tres veces en papel crema el nombre, apellidos y fecha de nacimiento de la persona que quiere conseguir trabajo. Posteriormente, hay que santiguarse tres veces con el papel, para terminar poniéndolo en un vaso o copa que tiene tres partes de agua. Ahora, hay que poner tres cucharadas de azúcar, una clara de huevo, colonia mística, que puede ser agua florida o agua de sándalo. Todo ello acompañado de dos velas blancas, para después tocar campana invocando a Santa Clara. Antes de echar el huevo hay que pasárselo por los ojos diciendo:
Así como limpio mis ojos, así tenga claridad de visión en todo lo que emprenda.
Después, se debe pasar por la boca diciendo:
Así como limpio mi boca, que todo lo que pida sea claro y limpio para mí.
Es ahora cuando se rompe el huevo y se echa la clara al agua. Ahora, se vuelve a tocar la campana diciendo:
Santa Clara aclaradora, ilumina y aclararme todos los caminos, que en menos de siete días consiga el empleo que tanto deseo.
Finalmente, hay que dejarlo por espacio de siete días y renovar hasta que se consiga el empleo.
Es muy importante que este ritual se realice a las 12 en punto del mediodía, y poner cada día dos velas blancas delante del ritual para dejar que se consuman totalmente.
Recomiendo que los siete días que dura este ritual, os deis un baño diario de la siguiente forma: echar en un recipiente grande tres partes de agua tibia, una clara batida, un puñado de azúcar blanca y un chorro de leche, más un poco de vuestro perfume. Lo mezcláis bien y, después de vuestra ducha, os lo echareis de hombros para abajo. Después no aclarar ni secar, dejarlo que la piel lo transpire.