Saltar al contenido
Inicio » Fuegos fatuos: qué son y dónde puedes verlos

Fuegos fatuos: qué son y dónde puedes verlos

    flores cementerio 2

    Los fuegos fatuos: Qué son, cómo verlos y leyendas

    Los próximos 1 y 2 de noviembre se celebran en España los días de Todos los Santos y Fieles Difuntos, respectivamente. Unas fechas en las que los cementerios reciben innumerables visitas en honor a nuestros seres fallecidos. Son días donde los recuerdos de los seres queridos que ya no están se vuelven más intensos, aunque nunca hayan dejado de estar presentes en nuestro día a día. En los cementerios reposan los cuerpos físicos de nuestros seres queridos. Pero, ¿qué ocurre con su cuerpo espiritual o alma?

    ¿Qué es el Fuego Fatuo? Su significado y su relación con los espíritus

    La aparición del fuego fatuo es un fenómeno más común de lo que se cree, su producción consiste en la inflamación de ciertos materiales orgánicos como el fósforo y el metano, que surgen de sustancias animales o vegetales putrefactas, dando lugar a lo que conocemos como fuego fatuo. Se dice que el fuego fatuo aparece dispuesto en la formación de pequeñas llamas que se observan ardiendo en el aire a poca distancia de la superficie del suelo, principalmente en lugares pantanosos y en cementerios, lugares que corresponden a la descomposición de ciertos objetos. Existen muchas leyendas sobre ellos, los mitos que rodean a este fuego son muy diversos, las diferentes culturas del mundo han justificado su aparición a través de elementos científicos, hechos paranormales y leyendas populares.

    ¿El fuego fatuo trae mala suerte?

    Por decirlo de alguna manera, el fuego fatuo ha sido considerado un fenómeno siniestro debido a los lugares donde es más frecuente. Fenómeno que está ligado al origen de su producción, que está directamente relacionado con la descomposición de elementos naturales.

    Mitos y leyendas sobre la aparición del Fuego Fatuo

    En muchas culturas la presencia del fuego fatuo se asocia con el deambular por la tierra de los espíritus oscuros o sin luz, mientras que para otras este acontecimiento se identifica con la encarnación de Satanás en la tierra. Algunos religiosos han crecido escuchando la vieja leyenda que cuenta, que los lugares donde se puede ver fuegos fatuos son puertas del infierno y que ver las llamas se comporta como un preludio de una muerte anunciada a través de este espectáculo. El culto popular plantea al mismo tiempo la posibilidad de que el fuego fatuo represente las almas de los difuntos que no recibieron el bautismo como medio de salvación o acercamiento a Dios Todopoderoso y que, por tanto, vagan sin rumbo por la tierra, tratando de encontrar el perdón divino para ascender al cielo.

    Creencias en el mundo

    Las culturas asiáticas plantean la posibilidad de que el mechón encarne a las almas que han sido recientemente separadas de sus cuerpos y esperan sus ritos funerarios para elevarse espiritualmente. En Japón existen los hitodama, que teóricamente son los espíritus de los recién fallecidos con apariencia de orbes verdes o azules que dejan huellas cuando resucitan y se cree que están directamente relacionados con la fuerza de voluntad. En América del Sur se les suele asociar con espíritus malignos y peligrosos que no pueden encontrar la paz ni el acceso al cielo. Cabe destacar especialmente el ejemplo de Colombia, donde se cree que estas llamas solo pueden ser vistas por personas benévolas y leales, por lo que casi siempre los niños las ven. Allí se cree que revelan la ubicación de un antiguo tesoro enterrado.

    Ver un fuego fauto es ser un privilegiado

    Muchos se empeñan en buscar una explicación pero se olvidan de disfrutar del espectáculo de los fuegos fatuos reales, que desaparece según te vas acercando. Como dato curioso, señalar que en Escocia era conocido como las velas de la muerte. Gracias a los avances de la ciencia -con las fecundaciones in vitro- es más fácil ver como el cuerpo espiritual toma forma física en el momento de la concepción, mediante un “chispazo” gracias a los potentes microscopios de que disponen. Si tú has sido uno de esos privilegiados que han podido ver los fuegos fatuos: ¡enhorabuena!

    os próximos 1 y 2 de noviembre se celebran en España los días de Todos los Santos y Fieles Difuntos, respectivamente. Unas fechas en las que los cementerios reciben innumerables visitas en honor a nuestros seres fallecidos. Son días donde los recuerdos de los seres queridos que ya no están se vuelven más intensos, aunque nunca hayan dejado de estar presentes en nuestro día a día. En los cementerios reposan los cuerpos físicos de nuestros seres queridos. Pero, ¿qué ocurre con su cuerpo espiritual o alma?

    ¿Qué es el Fuego Fatuo? Su significado y su relación con los espíritus

    La aparición del fuego fatuo es un fenómeno más común de lo que se cree, su producción consiste en la inflamación de ciertos materiales orgánicos como el fósforo y el metano, que surgen de sustancias animales o vegetales putrefactas, dando lugar a lo que conocemos como fuego fatuo.

    Se dice que el fuego fatuo aparece dispuesto en la formación de pequeñas llamas que se observan ardiendo en el aire a poca distancia de la superficie del suelo, principalmente en lugares pantanosos y en cementerios, lugares que corresponden a la descomposición de ciertos objetos.

    Existen muchas leyendas sobre ellos, los mitos que rodean a este fuego son muy diversos, las diferentes culturas del mundo han justificado su aparición a través de elementos científicos, hechos paranormales y leyendas populares.

    ¿El fuego fatuo trae mala suerte?

    Por decirlo de alguna manera, el fuego fatuo ha sido considerado un fenómeno siniestro debido a los lugares donde es más frecuente.

    Fenómeno que está ligado al origen de su producción, que está directamente relacionado con la descomposición de elementos naturales.

    Mitos y leyendas sobre la aparición del Fuego Fatuo

    En muchas culturas la presencia del fuego fatuo se asocia con el deambular por la tierra de los espíritus oscuros o sin luz, mientras que para otras este acontecimiento se identifica con la encarnación de Satanás en la tierra.

    Algunos religiosos han crecido escuchando la vieja leyenda que cuenta, que los lugares donde se puede ver fuegos fatuos son puertas del infierno y que ver las llamas se comporta como un preludio de una muerte anunciada a través de este espectáculo.

    El culto popular plantea al mismo tiempo la posibilidad de que el fuego fatuo represente las almas de los difuntos que no recibieron el bautismo como medio de salvación o acercamiento a Dios Todopoderoso y que, por tanto, vagan sin rumbo por la tierra, tratando de encontrar el perdón divino para ascender al cielo.

    Creencias en el mundo

    Las culturas asiáticas plantean la posibilidad de que el mechón encarne a las almas que han sido recientemente separadas de sus cuerpos y esperan sus ritos funerarios para elevarse espiritualmente.

    En Japón existen los hitodama, que teóricamente son los espíritus de los recién fallecidos con apariencia de orbes verdes o azules que dejan huellas cuando resucitan y se cree que están directamente relacionados con la fuerza de voluntad.

    En América del Sur se les suele asociar con espíritus malignos y peligrosos que no pueden encontrar la paz ni el acceso al cielo. Cabe destacar especialmente el ejemplo de Colombia, donde se cree que estas llamas solo pueden ser vistas por personas benévolas y leales, por lo que casi siempre los niños las ven. Allí se cree que revelan la ubicación de un antiguo tesoro enterrado.

    Ver un fuego fauto es ser un privilegiado

    Muchos se empeñan en buscar una explicación pero se olvidan de disfrutar del espectáculo de los fuegos fatuos reales, que desaparece según te vas acercando. Como dato curioso, señalar que en Escocia era conocido como las velas de la muerte.

    Gracias a los avances de la ciencia -con las fecundaciones in vitro- es más fácil ver como el cuerpo espiritual toma forma física en el momento de la concepción, mediante un “chispazo” gracias a los potentes microscopios de que disponen.

    Si tú has sido uno de esos privilegiados que han podido ver los fuegos fatuos: ¡enhorabuena!