Saltar al contenido
Inicio » Cómo atraer fortuna con un elefante dorado

Cómo atraer fortuna con un elefante dorado

    Como atraer fortuna con un elefante dorado

    Los elefantes de la suerte son animales sagrados en varios países, destacando entre ellos Tailandia, China y la India. El elefante es un animal muy respetado por su fuerza y aguante, por su extraordinaria memoria y por su longevidad. ¿Quieres conocer más?

    El elefante como amuleto

    El significado del elefante indio es de caminos despejados, sin obstáculos, ideas claras y lucha centrada por conseguir objetivos.
    Asimismo, el significado del elefante en China es el de la buena fortuna y el amor fuerte y duradero, en este caso suelen representarlo como elefante dorado.

    Por último, el significado de los elefantes tailandeses es el de buen augurio y fertilidad. Lo que sí tienen en común en todas las culturas es que el elefante es una señal de buena suerte.

    La Leyenda Hindú

    El elefante como amuleto tiene una procedencia hindú y surge de la leyenda de Ganesh, el dios con cabeza de elefante del panteón hindú.
    Era hijo del dios Shiva y la diosa Parvati. Se distinguía por ser muy obediente a las órdenes que le daban sus superiores y profesaba un gran amor a su madre.

    A Parvati le gustaba quedarse sola en su palacio y para que nadie la molestara ponía a Ganesh de centinela en la puerta con la orden de no dejar pasar a nadie y así evitar ser molestada. En cierta ocasión, mientras su madre se bañaba, él cuidaba su intimidad tratando de que nadie irrumpiese en la casa. Cuando su padre Shiva quiso entrar en el palacio, Ganesh le negó la entrada pues no tenía la autorización de su madre. Shiva se enfureció y con su espada le cortó la cabeza que saltó y rodó por una pendiente hasta desaparecer.

    Parvati al oír los ruidos del altercado salió del palacio y encontró a su hijo muerto, decapitado y ensangrentado por ser fiel y obediente a las órdenes que había recibido. Shiva, aunque violento e irascible, poseía un corazón bueno y arrepentido por su acción mandó a un servidor que le trajese la primera cabeza que encontrase.

    El criado lo primero que encontró fue un elefante. Le cortó la cabeza y se la llevó al dios quien la puso de nuevo sobre los hombros de su hijo para resucitarlo. Desde entonces, Ganesh dejó de ser un hermoso joven de rostro humano para convertirse en un hombre rechoncho con cabeza de elefante, cuatro brazos, larga trompa y orejas grandes.

    Tal vez por este hecho de ser el guardián de la casa cuando su madre deseaba estar sola, los amuletos que se confeccionaban con su imagen y posteriormente las figurillas de elefante en su forma animal están tan estrechamente relacionados con la protección del hogar y de la familia.

    Ganesh era el dios de la buena suerte que proporcionaba ayuda y aseguraba el éxito, la paz y prosperidad. Pero, sobre todo, era el dios que ayudaba a eliminar los obstáculos aplastando con su trompa todo tipo de dificultades.

    En la India se cree que el elefante es un animal que posee una gran inteligencia, por este motivo a Ganesh se le considera como el más inteligente de los dioses.

    Todavía hoy se utiliza en este sentido y son mucho los que colocan una figura de elefante en sus casas para asegurar que el dinero no se escape, para ayudar a realizar buenas inversiones y para tener suerte en los juegos de azar.

    ¿Cómo conseguir la suerte?

    Sin embargo para que el amuleto diese buena suerte, la figura del elefante tenía que adoptar una postura determinada. Los elefantes deben tener la trompa hacia delante y doblada hacia atrás, estar de pie y en posición de marcha. Según se cuenta, la trompa levantada es muy importante porque impide que la buena suerte se escape y se vaya hacia abajo desapareciendo.

    Cualquier otra postura nada tenía que ver con la magia que el animal otorgaba a quien lo llevase.

    Cada día 29 del mes se le pone al elefante un billete, el de menos valor que se tenga, por ejemplo uno de 5 euros. También se pueden usar los billetes de otros países, como los dólares.
    El billete se va doblando a lo largo diciendo “que se me multiplique en cien”. Luego se dobla a lo ancho diciendo: “que se me centuplique en mil”.

    Al mes siguiente, el día 29, le cambias el billete por otro nuevo y te gastas ese que le has quitado de la trompa.